Los ajusticiados de Moraleda - Memoria recuperada - La Opinión de Granada

Foto realizada en 1935 en la que aparece Francisco Fraguas con su hijo José. La Opinión
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Un tribunal militar condenó a la pena de muerte a dos vecinos de Moraleda de Zafayona, Francisco Fraguas Márquez, ‘el Moro’, y José Gallego Ramos, ‘el Fresco’, por un delito de rebelión militar en un juicio sin garantías procesales.
SANTIAGO SEVILLA Y ÁLVARO CALLEJA. –Doy fe de que Francisco Fraguas Márquez, el ‘Moro’, natural de Moraleda de Zafayona, es un exaltado, un extremista de mal instinto, que tomaba parte en los tiroteos contra las Fuerzas Nacionales como cabecilla de partida y he oído que también en los asesinatos de Santa Cruz del Comercio. Por el juzgado de Alhama desfilaron en septiembre de 1939 labradores de los pueblos vecinos, el entonces alcalde de Moraleda, el juez municipal, mandos de la Guardia Civil e incluso el jefe local de las JONS. El motivo no era otro que ajusticiar a dos milicianos “de la peor especie” que pelearon en el bando republicano. Ninguno de ellos tuvo compasión por ‘El Moro’ y su amigo José Gallego Ramos, ‘el Fresco’, de 33 y 30 años respectivamente, que compartían no sólo ideales sino también la profesión de panaderos. Los tribunales militares y los juicios sumarísimos eran la excusa perfecta para eliminar a la disidencia. Prueba de ello que es que a la declaración del “encartado”, Francisco Fraguas Márquez, no asistió el abogado defensor. Juicios sin garantías y testigos que acudían de los pueblos limítrofes para atestiguar que los milicianos republicanos, acusados de un delito de rebelión militar, eran capaces de las peores fechorías, “malísimos sujetos”, a los que se les atribuía el asesinato de nueve civiles en Santa Cruz del Comercio, municipio a 14 kilómetros de Moraleda sin que quedase claro la fecha de la tropelía. Sólo el párroco tuvo al menos compasión con los hermanos de Francisco, José y Antonio, militantes también ellos del partido socialista pero que, según el cura, “no se habían distinguido en nada”. ‘El Moro’, conocido en el pueblo por su habilidad con el mosquetón, pensó ingenuamente que podía regresar a Moraleda donde le esperaba su mujer y sus seis hijos una vez que acabó la Guerra Civil. Franco hizo llegar el mensaje de que sería indulgente con todos aquellos que no tuvieran las manos manchadas de sangre. De todos era sabido que ‘El Moro’ permaneció siempre “fiel a sus principios”, simpatizante del socialismo frente al caciquismo que imperaba en los pueblos del poniente granadino. Su destreza con el fusil, que pudo exhibir en la contienda civil, no le convertía en asesino. Al menos eso creía él. Admitida la derrota, ¿por qué no confiar en el mensaje del caudillo en el año de su Gloriosa Victoria?Nada más lejos de la realidad. Los agentes de la Guardia Civil no tardaron en apresar a Francisco en presencia de su familia y trasladarlo a un lugar del pueblo conocido como la Venta, la cárcel improvisada que se instaló en la carretera de Cómpeta, un sitio estratégico y apartado de la zona residencial desde donde se controlaba la entrada a Moraleda. El lugar perfecto para torturar a los rojos. Las palizas fueron constantes durante los días que ‘El Fresco’ y él permanecieron encerrados en la Venta, en un intento de arrancarles una confesión de culpabilidad. En el pueblo todos conocían que ‘El Moro’ era un excelente tirador y un “individuo de izquierdas muy avanzadas”. De hecho, cuando se escuchaba el eco de un disparo proveniente de las sierras de Almijara o Parapanda se le atribuía a él. Pero la imagen de sanguinario que algunos le asignaban distaba mucho del concepto que tienen los que le trataron. Miguel Muñoz, un vecino de Ventas de Huelma que vive hoy en la residencia de ancianos de Láchar, aún se emociona cuando recuerda su estampa. Entonces él sólo tenía 15 años pero guarda un recuerdo imborrable: “Era el hombre más cabal que he conocido en mi vida. Si todos los republicanos hubiesen sido como él, no cabe duda de que hubiésemos ganado la guerra”. Su pericia le generó enemistades que acabaron delatándole, al igual que a ‘El Fresco’, que sucumbió a los golpes durante el cautiverio y admitió una participación en los hechos de Santa Cruz del Comercio; una confesión que negó su compañero ‘El Moro’ durante el juicio. “No fue él el autor de las muertes”, mantuvo siempre en su declaración. El juez militar no pensaba lo mismo. “Fresco es un degenerado que ha ascendido por toda la escala de la delincuencia, saqueador, ladrón, iconoclasta, impío y asesino; con el síndrome de personalidad despreciable por su condición de invertido, de cuyo feo vicio hace gran alarde”. No había perdón posible para un hombre que “se mofa y saquea la Iglesia en la que recibió las aguas bautismales, que quemó las imágenes e hizo escarnio de la religión y del buen gusto toreando con el manto de la virgen antes de que la imagen fuese arrojada al fuego”. Consejo de guerra. En el auto de procesamiento del 16 de septiembre de 1936, el juez militar de Alhama consideró los hechos constitutivos de un delito rebelión militar por alzarse en armas contra los legítimos mandos militares. La condena oscilaba entre los seis meses y un día de prisión hasta la pena de muerte, según el grado de participación. En el juicio sumarísimo contra ‘El Moro’ y ‘El Fresco’, que se siguió días después en los tribunales de Granada, se consideró probado, a partir de los testimonios de vecinos de otros pueblos y de las autoridades de la época, que ambos participaron en los crímenes de Santa Cruz del Comercio. En la sentencia, Francisco Fraguas Márquez aparece como coautor de las muertes y se recuerda que capitaneó un grupo de rojos que abandonó el pueblo y que no regresó hasta la finalización de la guerra. “Ambos procesados –según recoge la sentencia– han demostrado plenamente su incondicional adhesión a la rebelión, así como sus malos instintos y su perversidad en sus respectivas actuaciones”. La pena de muerte se ejecuta en el cementerio de Granada el 4 de abril de 1940, siete meses después de sus detenciones y después de dar lectura íntegra a la sentencia. Después de aquello, la madre y el hijo de ‘El Fresco’ se vieron obligados a emigrar a Barcelona mientras que los ‘Moros’, como se conoce todavía hoy a la familia de Francisco Fraguas Márquez, resistieron con estrecheces los avatares de años adversos. Los cuerpos de ‘El Moro’ y ‘El Fresco’ permanecieron en un fosa común junto al de otros represaliados del régimen franquista pero la orden dada con posterioridad, ya en la década de los setenta, de extraer sus cuerpos y hacerlos desaparecer dificulta hoy el intento de los familiares de Francisco Fraguas Márquez de darle una sepultura digna. Hoy su nieta, Carolina Fraguas Castro, preside el gobierno socialista del Ayuntamiento de Moraleda de Zafayona. Guarda con cariño la única foto de familia donde aparece su abuelo, que data de 1935, un año antes del inicio de la Guerra Civil, cuando Francisco se ganaba el jornal de panadero y mantenía a sus seis hijos. Carolina presume del elegante porte de su abuelo que, en la instantánea, sostiene a su padre, José Fraguas, una persona discreta y entrañable que vivió en sus propias carnes los difíciles años de la posguerra. La ayuda de éste último ha servido para desenterrar el pasado de otros maquis asesinados en Moraleda. Pero eso es otra historia.

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Las peñas del Barça de la provincia en el torneo de fútbol sala de Villanueva

Doce de las veinticuatro peñas de las que se compone la Agrupación de Granada y provincia, se dan cita en la jornada de hoy para disputar la primera edición del torneo de fútbol sala de Villanueva. El evento contempla además la celebración de otras pruebas de distintas modalidades deportivas como la petanca y tiene por fin "fomentar el barcelonismo", señaló el secretario de la Agrupación José Martínez. El evento, forma parte de un extenso calendario de actividades de los "culés" granadinos, ya que mañana la peña de Jun celebra la edición de su jornada gastronómica.
La cita de fútbol sala de hoy comienza a las diez de la mañana, está organizada por la Peña Barcelonista de Villanueva Mesía y patrocinada por el Ayuntamiento de dicha localidad y por Taresa, aparte de la propia Agrupación, que se ha destacado en las últimas fechas por su implicación para que el barcelonismo goce de una buena salud en la provincia. En el evento también han colaborado fimas como Mundo Deportivo, Caja Rural de Granada, Aguas Lanjarón, Belmar, Agromesía, MC, Legumbres Mi Genil, Ganadería Regidor, Viajes Morell, Emecematic, S.L., entre otras muchas.

Ganaderos buscan un distintivo para la oveja lojeña. Ideal

Ganaderos buscan un distintivo para la oveja lojeña

06.10.08 -YOLANDA AGUILERA

La asociación de ganaderos y criadores del Poniente Granadino, buscan un nuevo distintivo para la raza ovina lojeña con el fin de diferenciarla del resto. Para ello, los ganaderos de los municipios de Loja, Salar, Alhama de Granada y Zafarraya en colaboración con el Grupo del Poniente Granadino han iniciado los trámites para que la cría y comercialización de la oveja lojeña se haga de una forma respetuosa con el medio ambiente, es decir, siga los parámetros de la producción integrada.Así lo explicaron la directora general de Producción Agraria de la Consejería de Agricultura y Pesca, Yudith Anda Ugarte, y el delegado provincial de Agricultura en Granada, Andrés Ruiz Martín durante la presentación de esta iniciativa. Anda Ugarte indicó que «la raza lojeña, también conocida como 'rabuda' por su largo y característico rabo, es considerada como una de las más antiguas de España y, de hecho, es una de las siete razas andaluzas actualmente catalogadas». La directora se refirió a las facilidades de los distintos programas de ayudas gestionados por la Junta con destino a los ganaderos, que pueden mantener su renta familiar en niveles dignos gracias a ayudas de entre 18 y 20 euros por cabeza. Para Ruiz Martín el reconocimiento de la oveja lojeña como raza autóctona «abre un amplio abanico de posibilidades para el sector ganadero y marca las líneas necesarias para su adecuada conservación para las generaciones futuras».EcologíaEl delegado provincial de Agricultura destacó el dinamismo de la asociación. Y es que, a pesar de su reciente constitución, la asociación ha tramitado varias ayudas para la llevanza del libro genealógico y acciones de mejora de la raza ovina lojeña. El pasado jueves la asociación organizó la jornada 'Requisitos y Ayudas sobre Ganadería ecológica'. La jornada formativa pretendía orientar a todos aquellos productores que estén interesados en acogerse la producción ganadera ecológica, las ventajas de este tipo de producción compatible con el medio ambiente y, en definitiva, los pasos a seguir para la certificación ecológica.

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Loja tendrá hospital en 2009. Ideal

El presidente de la Junta, Manuel Chaves, afirma que los ciudadanos del Poniente se situarán a unos 23 minutos del nuevo centro sanitario
03.10.08 -
YOLANDA AGUILERA


El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha anunciado que el hospital de Loja abrirá sus puertas a finales de 2009. «La obra civil concluirá en marzo del próximo año y, a partir de ahí, comenzará su equipamiento». El nuevo centro sanitario que se construye en el paraje de la Joya junto a otros equipamientos como la guardería municipal 'Fernando Pérez Flores', el Centro Deportivo Urbano y varias promociones de vivienda, contará con una plantilla de cerca de 200 profesionales, «prácticamente todas las especialidades médicas» y las tecnologías más avanzadas en medicina.Con 13,2 millones de euros de inversión, las instalaciones incluirán atención primaria, especializada y urgente y áreas como la Quirúrgica, la de Rehabilitación o la de Salud Mental. Como novedad, el futuro hospital -que prevé atender el 80% de los problemas sanitarios de la comarca- incorporará en el mismo edificio consultas de atención primaria, garantizando la continuidad asistencial en todo el proceso. 42.000 ciudadanosEl hospital de Alta Resolución dará asistencia sanitaria a cerca de 42.000 ciudadanos de los municipios de Loja, Salar, Huétor Tájar, Villanueva Mesía, Zagra, Algarinejo y Zafarraya.

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